Se inició en 1937 en el programa radial “La Voz del Aire”, junto con Fioravanti. Después, trabajó en las radios Belgrano, Splendid, Argentina, Rivadavia y Mitre. En esa extensa trayectoria incursionó también por los relatos boxísticos durante varios años.
Su voz clara se escuchó con agrado, especialmente en los partidos jugados por Boca Juniors, club del que era simpatizante. Por ello, tal vez, no fue tan escuchado como José María Muñoz, ya que generalmente seguía la campaña del equipo boquense, lo que significaba no ser sintonizado por simpatizantes de otras entidades. Pero su recuerdo perdura, y a la hora de mencionar a los relatores más populares, su nombre se ubica por encima de muchos otros colegas.
